Nos pasamos todo el año esperando que lleguen las vacaciones y, sin darnos cuenta, se van por el mismo sitio por donde han venido.

Así que después de estos días de relax en la que te has olvidado del despertador y tu máxima preocupación era dormir, descansar o leer un buen libro, toca volver a la rutina.

Si eres de las que esperas con energía la llegada de septiembre como si del nuevo año se tratara, seguro que para ti la vuelta al trabajo y a tu día a día puede ser motivador.

Pero si, por el contrario, te cuesta recuperar el ritmo cotidiano, estos tips te pueden ayudar a que la vuelta a tu rutina sea menos traumática.

Lee con atención:

1. Sé flexible con tu agenda.

Es fundamental que durante la primera semana de tu vuelta a la rutina te des espacios de adaptación.

Esto quiere decir que no debes saturarte la agenda de actividades, reuniones y encuentros con clientes, si no quieres acabar de golpe con las reservas de energía que has acumulado durante el verano.

Intenta ir retomando poco a poco tu rutina y tu ritmo normal a medida que avancen los días.

Así que, si puedes permitírtelo, prográmate alguna hora libre durante la semana o, mejor, alguna tarde libre.

Empezar en modo slow es mucho más saludable que darlo todo durante tu primera semana después del parón estival.

2. Cuida tu alimentación.

Si este verano te has dado algún que otro capricho y ya estás pensando en cómo eliminar esos excesos, no te precipites.

Antes de ponerte a hacer cualquier dieta es mejor que, de nuevo, incluyas alimentos que te darán energía en tu vuelta a la rutina.

Empieza por las frutas y verduras, el pescado y las legumbres. Te llenarán de vitalidad y te darán las vitaminas y la energía extra que necesitas para la vuelta.

3. La actitud lo es todo.

Intenta mantener una actitud positiva cuando te levantes por la mañana y piensa en aquellos momentos de desconexión que tendrás durante el día.

Por ejemplo, el momento de salir a desayunar o los 10 minutos de descanso después de comer. Es mucho más productivo para ti y para tu mente centrarte en los momentos agradables del día, que los hay, que pensar en todas aquellas tareas que tienes pendientes y que no te motivan.

4. Muévete.

Moverse, ya sea en el gimnasio o dando un paseo cuando salgas de trabajar, también te ayudará a que tu vuelta a la rutina sea más agradable.

No hace falta que vayas a la clase de primera hora de la mañana, como hacías antes de las vacaciones.

Ya llegará el momento de volver a tope al gym. Ahora es momento de recuperar el ritmo poco a poco para que la vuelta sea agradable, así que programa actividades que te gusten.

5. Empieza un nuevo proyecto.

Ilusionarse es clave para mantener la motivación y tener una actitud positiva.

Quizá ha llegado el momento de poner en marcha ese proyecto profesional que lleva tiempo instalado en tu cabeza; o quizá ya puedes empezar a planificar tu próxima escapada.

Pensar, planificar y preparar tu próximo proyecto, tanto si es personal como profesional, te ayudará a estar focalizada y a dejar de lado todo aquello menos apasionante de tu vuelta a tu rutina.

6. Elige tu estilismo con tiempo.

Estoy segura y sé que volver a tu vestuario algo «encorsetado» después de ir, posiblemente, todo el día en bañador o bikini y en sandalias este verano, te va a costar un poco.

Además  el cambio de temperatura tampoco ayuda en el momento de elegir qué vas a ponerte. Así que mi consejo es que no te precipites y elige bien tus estilismos la noche anterior. Ya sabes que siempre te aconsejo que te prepares un par de looks la noche anterior pensando en el día que te espera. De esta forma, por la mañana ya no tendrás que dedicarle tiempo a esta tarea.

Y, sobre todo, no te olvides de ser amable contigo.

No te presiones ni te agobies. ¿Verdad que durante el verano te has dedicado a fluir y dejarte llevar?

Pues intenta mantener esta actitud y verás como poco a poco y sin darte cuenta todo vuelve a la normalidad. ¡Prometido!