Si no eres una comunicadora nata, hablar en público puede ser que te dé miedo o te provoque un ataque de pánico, directamente. Lo cierto es que se tratan de reacciones muy habituales porque te saca de tu zona de confort, te obligan a exponerte y a dar tu mejor imagen delante de un auditorio de clientes potenciales o de colegas de profesión, por ejemplo. Esto hace que prestes tanta atención a cómo te vas a sentir y a lo que vas a decir en ese momento que quizá estás descuidando otros elementos importantes para que la puesta en escena sea profesional y refleje a la perfección la esencia de tu empresa.
Y es que hablar en público no es solo ser capaz de estar natural delante de un auditorio lleno y tener un discurso interesante, sino que va mucho más allá. Existen una serie de elementos a los que también debes prestar atención y que te ayudarán a ganar confianza en tu exposición, que hablarán de ti y, por lo tanto, harán que tu público conecte con tu lado más profesional.
1. La presentación. Me refiero al documento que vas a proyectar para que los asistentes a tu conferencia te vayan siguiendo. ¿Verdad que tienes una imagen corporativa de tu proyecto? Un logo, una tipografía determinada, una paleta de colores que te define… Aprovecha todos estos elementos para dar coherencia a tu puesta en escena y para reflejar aquello que encontrarán en tu web una vez termine la conferencia.
2. El vestuario. Elegir bien la ropa que vas a llevar el día de la conferencia hará que te sientas segura, ganes fuerza y transmitas una imagen profesional a la altura del evento y de tu proyecto. Mira en tu armario y piensa qué valores quieres transmitir durante la exposición. También si las piezas que has elegido te hacen sentir cómoda y a gusto contigo misma porque, aunque el vestuario no es lo mas importante, sí que juega un papel fundamental y te ayuda a ganar confianza en ti misma. Los conjuntos de colores neutros con un blazer, una blusa y un pantalón recto son siempre una apuesta segura. Eso sí, antes de elegir tu outfit piensa qué imagen quieres transmitir: jovial, más seria, más dinámica, creativa. La elección de tu look también dependerá de esto.
3. El maquillaje y el peinado. Al igual que el vestuario, es importante que para hablar en público dediques un tiempo a pensar cómo te vas a maquillar o qué te harás en el pelo. ¿Lo llevarás suelto? ¿O mejor recogido? En función de aquello que quieras transmitir, del objetivo de tu ponencia y de los potenciales clientes que tengas delante, deberás ser más o menos atrevida. Recuerda evitar que el cabello te venga a la cara y si por culpa de los nervios acabas jugando con él, mejor opta por recogértelo. Si prefieres llevarlo suelto, recuerda que esté bien peinado ya que transmite seriedad y pulcritud.
4. El lenguaje corporal. La posición, la forma de andar o moverte por el escenario o simplemente los movimientos de expresión con las manos también hablan de ti. Para transmitir convicción y seguridad debes intentar estar lo más relajada posible y evitar cualquier posición que indique cierre como los brazos cruzados delante del pecho. Busca caras y miradas en el público porque esto te dará credibilidad y ganarás confianza. En Cuida tu lenguaje corporal que escribí hace un tiempo puedes saber más sobre este punto.
5. La voz. Para demostrar seguridad y convicción en tu proyecto debes hablar para fuera. ¿Qué quiere decir esto? Que es importante que proyectes tu voz, que aproveches toda tu energía y, en especial, que juegues con la modulación. De esta forma, podrás enfatizar las ideas más importantes de tu discurso y remarcarlas para que resuenen en los asistentes cuando ya se haya acabado la conferencia. Antes de hablar, respira hondo para evitar que la voz delate tus nervios. Piensa que debes seguir una respiración lo más calmada posible. Esto hará que no te aceleres y mantengas un ritmo agradable durante toda la exposición.
Lo bueno de estos 5 elementos es que los puedes preparar con anterioridad o, incluso, entrenar. No necesitas ser un especialista de la comunicación para hacerlo. Puedes ponerte delante de un espejo y ensayar tu ponencia hasta que te sientas cómoda con ella o, incluso, grabarte en vídeo para ver qué haces bien y qué puedes mejorar. Te aseguro que, si tienes en cuenta estos 5 elementos cada vez que vayas a hablar en público, habrá un antes y un después en tu forma de enfrentarte a un auditorio.