Si haces un poco de memoria y te remontas a las 80 o 90, seguramente recordarás salir a pasear los fines de semana y ver por la calle a alguna que otra persona con el típico chándal Nike o Adidas, de colores llamativos y tela brillante. O incluso vestirte tu mism@ así para ir a por el pan, tirar la basura, pasear al perro o a modo de practicar deporte.
Esta moda pasó (¡ni en el gimnasio se veía!), ya que el chándal se asociaba a un tipo de público muy concreto y, por tanto, era una prenda a evitar para quien no pertenecía a ese grupo social. Sin embargo, se ha vuelto a ver en las pasarelas de nuevo y, como consecuencia, también en las calles, pues es cómodo y, parece ser que requiere de poco esfuerzo. ¿Seguro?
Que una prenda sea cómoda no significa que no requiera de esfuerzo para lograr un look adecuado a tu estilo y que favorezca a tu imagen. Así que no me tiraría tan a la ligera en llevar chándal los fines de semana o incluso para ir al gimnasio, ya que hay una fina línea entre considerar una tendencia como chic a inadecuada y fuera de lugar.
Aunque es cierto que el chándal es un tipo de ropa deportiva, hoy en día existen prendas de deporte más adecuadas según el tipo de ejercicio que vayas a practicar. Sin ir más lejos, los leggins o mallas son perfectos para salir a correr o así como las camisetas de tejidos elásticos y transpirables, más que las de algodón.
Del mismo modo, puedes combinar prendas deportivas con prendas más casuals para lograr looks cómodos y relajados, pero sin descuidar tu imagen el fin de semana. Te doy algunas ideas:
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Combina unas deportivas con unos jeans y una camiseta básica o un top vaporoso.
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Lleva sudaderas de aire más o menos deportivo, lisas o estampadas con unos leggins o con unos vaqueros y alguno de tus zapatos habituales para romper con el total look deportivo.
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Los joggers pants, los pantalones de chándal tipo yoga, puedes combinarlos con unos tacones para estilizar tu figura o con unas bailarinas y una americana para estructurar más tu imagen.