En muchas ocasiones, cuando se habla de imagen personal, se asocia a la belleza exterior, a si una persona es guapa o fea, delgada o con curvas, alta o baja… Sin embargo, la imagen personal va más allá de lo estético, la imagen personal empieza con el descubrimiento de uno mismo y eso es lo que procuro hacer yo con mis clientes.
Redescubrirnos significa parar, sentarnos frente al espejo y darnos cuenta de quiénes somos. Es fácil y al mismo tiempo difícil, porque nos cuesta ser sinceros con nosotros mismos. Lo interesante de este ejercicio es que descubras tus puntos fuertes, aquello que te gusta de ti, y también los débiles. Y que te plantees: ¿cómo me ven los demás? A veces, pensar en lo que otros admiran de nosotros puede ayudarnos, porque, quienes nos conocen, suelen ver cosas que a nosotros nos cuesta ver o creer.
Una vez hayas hecho este ejercicio, deja a un lado aquello que no te gusta de ti. Eso lo digo porque tendemos a centrarnos a esconder lo que no nos gusta: por ejemplo, no quiero que se me note la barriguita, no quiero que se fijen en mi trasero, en mi escote… Pero, ¿sabías que potenciando lo mejor de ti es la forma más fácil de disimular lo que menos te gusta y hacer que los otros vean aquello que quieres resaltar?
Con esto puedes decirme: pero si todo tiene que ver con la apariencia física de cada uno. Sí claro, es evidente que la imagen personal tiene que ver, en parte, con nuestra apariencia física. Pero lo interesante de ello es trabajarlo desde el interior de las personas. El papel de una asesora de imagen nada tiene que ver con criticar la forma de vestir de los demás e imponer lo que ella considera correcto, al menos no es el mío. Mi papel consiste en sacar a relucir la personalidad de las personas, hacerlas sentir bien consigo mismas, y eso no se consigue solo yendo a comprar ropa y creando looks. Se consigue haciendo ver, y sobre todo creer, todo lo bueno y positivo que hay en nosotros y que aún no están mostrando. Sabrías decirme, por ejemplo, ¿cuál es todo tu potencial? Porque al final, lo que mostramos a los demás con nuestra imagen es un reflejo de nuestro interior.
En ese aspecto, la imagen personal es interesante trabajarla con algo de psicología. Por ejemplo, si alguien de pronto me viene y me dice: “quiero un cambio de look”, lo primero que me preguntaré será el porqué. No con ánimos de curiosear, sino para saber si la persona en cuestión está viviendo una época de cambios. Porque, en ese caso, mi papel será hacerle ver que los cambios necesitan un tiempo para asimilarlos, de modo que, en un periodo de transición, quizás no es el mejor momento para hacer un cambio radical, sino más bien sutil y progresivo. Al fin y al cabo, todo es valorarlo. Así que antes de nada plantéate: ¿qué imagen quiero transmitir?
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7 respuestas
Este post es de los mejores que «te» he leído. Muy interesante, concreto y claro. Gracias, Silvia.
Muchísimas gracias Ester, me alegra saber que te ha gustado el post, y que sea de los mejores aún más. Un abrazo grande.
Hola Silvia:
Muchas gracias por los consejos que puntualmente llegan en tus posts . Son de gran ayuda y clarificadores.
Insisto, gracias.Estaremos en contacto
Gracias a ti Rosa, un placer poderte ayudar con mis consejos! Un abrazo muy fuerte y gracias a ti.