Es un gran error pensar que una talla pequeña es sinónimo de “saludable” y una talla por encima de la 40 es sinónimo de que nos sobran unos kilos. De hecho, la talla no siempre tiene que ver con el peso de la persona y eso es precisamente lo que refleja la imagen que te enseño a continuación.
Todas estas mujeres tienen un peso muy parecido, sin embargo, gastan tallas completamente distintas. Pueden variar desde una 38 a una 44. La razón no es otra que cada una de ellas, como en la realidad, presentan una estatura, una silueta y un cuerpo diferentes. Esto nos enseña que cada persona tiene unas características destacables y es aquí donde está el secreto: aprender a encontrar nuestras virtudes para potenciarlas.
Para conocer tu talla, debes medir el contorno de tu cintura y tener en cuenta la forma de tus caderas y nalgas. De este modo el número nunca variará y, si lo hace solo dependerá de ti, no de cómo tallan las marcas.