La imagen corporativa es aquello con lo que te van a identificar los clientes potenciales y empresas, para elegirte como profesional al que quieren comprar tus productos o contratar tus servicios. Pero, ¿qué elementos conforman la imagen corporativa y, por tanto, hay que tener en cuenta para posicionarte en la mente del cliente?
Algunos de ellos son:
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El nombre de la empresa: si no te conocen y buscan en internet un producto o servicio que ofrece tu empresa, lo primero que van a ver es el nombre de la empresa. De modo que, en este caso, del nombre dependerá la primera impresión que los clientes potenciales se van a llevar de tu empresa. Por eso, es importante escogerlo correctamente, y eso implica que tenga cierta relación con tu negocio, que sea breve y fácil de recordar y, aún será mejor, si lleva implícito un toque de creatividad para diferenciarte de la competencia. El nombre de la empresa, sin embargo, también puede ser tu propio nombre y apostar así por tu propia marca personal, para que la gente te identifique como profesional, más aún si eres tú quien está detrás.
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El logo: puedes optar por un logotipo compuesto solo de palabras, que sea solo una imagen que identifique tu empresa o puede tratarse de un logo que combine letras e imagen. Elijas la opción que elijas, es recomendable que sea atractivo y fácil de identificar. Y, a la hora de diseñarlo, no solo deberás tener en cuenta el público al que vas dirigido, también la competencia y, por supuesto, el mensaje, idea e imagen que quieres transmitir.
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El eslogan: aunque no es imprescindible, es muy recomendable tener un eslogan. Éste debe ser original y propio (nada de coger una gran frase y aplicarla para tu negocio). La razón es porque es conveniente que transmita los beneficios de elegir tu producto o servicio, como si se tratase de un sello de prestigio y credibilidad. Si lo prefieres, en lugar de un eslogan puedes apostar por un mensaje de marketing, una frase con el objetivo de captar la atención de tus futuros clientes.
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La web: lo principal es que cuentes con un dominio propio. Éste puede ser el nombre mismo de tu empresa o de tu marca personal, que es lo más habitual, o bien alguna palabra relacionada con el tipo de producto o servicio que vendes. Luego, el diseño de la web debe estar acorde con la imagen corporativa, es decir, la imagen que quieres que tu empresa transmita, además de ser fácil de manejar e intuitiva, para que el cliente pueda captar bien qué haces y encontrar justo aquello que está buscando. También es recomendable que la el diseño de la web, textos y fotografías, transmitan la esencia de tu empresa, tu visión y filosofía, porque todo ello conforma la imagen de tu marca personal.
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Las tarjetas de presentación: en este apartado quiero ir un poco más allá y no quedarme solo puramente en las tarjetas de presentación, sino tener en cuenta los trípticos, folletos, manuales, sobres, etiquetas, facturas e incluso la vestimenta de los vendedores y/o trabajadores. Es de suma importancia que la imagen de todos estos elementos tengan una coherencia para que puedan identificarse con tu empresa y, por tanto, transmitan la esencia de tu marca corporativa.
5 respuestas
Me encanta el Post..
Besos guapa
Gracias Rub, un abrazo!