Cada día recibimos mensajes por parte de firmas de moda, bloggers e incluso de la misma gente de la calle para que sintamos la necesidad de comprar. “¡Qué bonita es esta blusa que lleva esta chica” “Mira este tipo de pantalones está de moda”. ¿Cuántas veces habrás dicho este tipo de frases en una semana?
Del dicho al hecho hay un trecho, o eso dice. Pero estoy convencida que cuando vas de compras todos esos inputs los tienes bien almacenados en tu cabeza y, si no todos, algunos de ellos caen, ¿me equivoco?
Y, todo aquello que con tanta ilusión compraste un día, convencida que le ibas a sacar mucho provecho, pasa el tiempo y a penas te lo has puesto un par de veces o, peor aún, se ha quedado en el armario con las etiquetas. Entonces te preguntas: ¿por qué lo compré? A estas alturas no te queda más remedio que darlo o regalarlo, difícilmente vas a recuperar el dinero que invertiste.
Esto pasa más a menudo de lo que nos gustaría, por eso voy a darte algunos consejos para que no te arrepientas de tus compras:
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Antes de comprar una prenda o un complemento piensa: ¿por qué me lo compro? Si la respuesta es que está de oferta o forma parte de un pack 2×50, piénsatelo dos veces. Porque que una prenda esté de oferta, no significa que debas comprártela y mucho menos que vayas a ponértela. Y, gastar dinero en algo que no te vas a poner nunca, es tirar el dinero, aunque sea un “chollo”.
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Pruébate lo que te compres antes de pasar por la caja. Ir de compras es todo un ritual y antes de pagar es bueno que te asegures si te sientes a gusto con aquello que quieres comprarte, que no te aprieta, que no te pica la tela… Si puedes salir con ello de la tienda puesto es buena señal, de lo contrario, mejor déjalo donde lo encontraste.
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Piensa cuándo y con qué te lo vas a poner. Antes de ir de compras y seleccionar las prendas, es importante realizar combinaciones mentales con lo que ya tienes. Si son posibles, adelante, si no, quizás debas de gastar más de lo previsto y no debas comprarlo. Del mismo modo, es recomendable pensar la utilidad que le vas a dar a la prenda y, si crees que te costará ponértela, probablemente no le vas a sacar el rendimiento que se merece.
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¿Qué mantenimiento exige la prenda? Asegúrate si la prenda que vas a comprarte tiene que lavarse a mano o en seco, si se arruga con solo mirarla, si el tejido hace bolas… Si es una prenda que requiera de muchos cuidados y no tienes tiempo para dárselos, a lo mejor no es la prenda ideal para ti.
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Antes de comprar, reflexiona sobre si lo necesitas. A veces nos gusta mucho algo pero no siempre lo necesitamos. Antes de llevarte una prenda contigo piénsalo, tampoco es plan tener 3 pares de zapatos negros o 3 camisas blancas aunque estas sean un básico de fondo de armario, porque no significa que las necesites ni que vayan con tu estilo.
2 respuestas
Gràcies, Silvia. És ben cert que aniria molt bé fer-nos algunes d’aquestes preguntes abans de comprar.
Gràcies a tu Sílvia! Sempre s’han de fer per anar de compres, una abraçada molt forta.